El último cabo a la vida
Era tradición en la costa atlántica que en las familias se tejiesen a mano jerseys para los miembros que trabajaban en el mar. La lana, recia y voluminosa, se trabajaba buscando que sirviera de protección frente a los elementos. En el proceso de tejido cada familia creaba un dibujo distintivo que era reconocible y exclusivo. Con ello se expresaba orgullo y amor, pero también servía como medio de identificación si su portador se perdía en el mar y su cuerpo aparecía en la costa llevado por las olas. El último cabo a la vida.