El rayo verde

[...] un verde que ningún artista podría jamás obtener en su paleta, un verde del cual ni los variados tintes de la vegetación ni los tonos del más limpio mar podrían nunca producir un igual. Si hay un verde en el Paraíso, no puede ser salvo de este tono, que muy seguramente es el verdadero verde de la Esperanza.
— Julio Verne, de 'El rayo verde'

El rayo verde es un fenómeno óptico que se produce, bajo ciertas condiciones atmosféricas, en el momento en que el sol desaparece en el horizonte.

Aunque se trata de un fenómeno ya documentado por los egipcios, la primera referencia científica moderna no apareció publicada hasta el año 1883 en la revista Nature. Desde entonces se ha intentado "cazar" el fenómeno, fotografiarlo y, sobre todo, buscar sus causas.

El rayo verde ha inspirado obras como la película “El rayo verde” de Eric Rohmer, la novela del mismo título de Julio Verne, o la canción “El rayo verde” de Sr. Chinarro.

Como las condiciones más favorables para su observación se dan en el horizonte marino, se pensó en un primer momento que era el mar su responsable. Sin embargo, esta hipótesis fue pronto abandonada, pues el rayo verde se manifiesta también sobre horizontes terrestres si éstos son llanos.

El fenómeno tiene su explicación en la refracción atmosférica. Cuando el sol se acerca al horizonte, los distintos colores del disco solar se separan, quedando en su borde superior, por este orden, el violeta, el azul y el verde. Sin embargo, y si las condiciones son las adecuadas, el violeta y el azul son esparcidos por la atmósfera y sus moléculas de aire, con lo cual, en el momento en que ya sólo el borde superior del sol es visible, es el color verde el que llega a nuestros ojos.

Para poder observar el rayo verde hemos de buscar un horizonte plano y con gran visibilidad, y esperar un día de cielo claro y despejado, preferentemente en otoño-invierno, en el que el sol no esté demasiado enrojecido en el momento antes de la puesta. Si tenemos suerte, veremos un destello verde durante apenas unas fracciones de segundo, el tiempo que el sol tarda en desaparecer por completo.

La visión de un “rayo verde” requiere unas condiciones de estabilidad atmosférica que se dan de modo poco frecuente. Las turbulencias atmosféricas, reforzadas durante la puesta de sol, provocan inestabilidades en el proceso con la consiguiente mezcla de colores, lo que normalmente impide su visión. Yo de momento aún no lo he visto.

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