El grip no se pega de cualquier forma
Fueron numerosas las visitas para reparar mis tablas, las conversaciones sobre compuestos químicos y resinas (él sabía que yo soy ingeniera química) y los ratos entrañables recibiendo valiosos consejos y compartiendo anécdotas.
Fue en su taller (en aquellos tiempos en los que todavía compraba y vendía tablas) donde adquirí mi primer shortboard bajo su supervisión, con el que entrené y competí el año en que más tiempo, esfuerzo e ilusión le dediqué a este gran deporte. Una Watsay amarilla a la que él mismo le puso un grip con la cara de Bob Marley, porque "el grip no se puede pegar de cualquier forma, no es una pegatina cualquiera", así que yo encantada le dejé que meticulosamente me lo colocara él.
Recuerdo en este 2020 comenzando la pandemia, que fui a verle y me comentó sobre su operación de cadera. Recuerdo llamarle para preguntarle por mi tabla y decirme que estaba en el hospital recién operado, pero que en seguida se iría a casa. ¡Qué nada de visitas! Una vez ya en casa, cuando no quería salir para recuperarse y no exponerse demasiado, recuerdo ofrecerme a llevarle comida sólo para una vez más recibir ese: "No, para nada, yo me apaño, por Dios!"
El tipo más servicial del mundo, que nunca quería molestar a nadie, y que definitivamente más ha hecho por la comunidad coruñesa del surf sin lugar a duda.