Septiembre 1958
NO ES NECESARIO irse a Hawaii para andar en acuaplano y disfrutar de la emoción de acercarse a la playa cabalgando sobre las olas. Los entusiastas de este deporte han descubierto que las olas de las playas de las costas marítimas de los Estados Unidos y las de los Grandes Lagos ofrecen las mismas satisfacciones que las de Waikiki. Los niños y los adultos que prefieran un deporte acuático menos movido pueden usar este acuaplano cabalgador de olas para impulsarse con las manos en la forma que se indica en la figura 3, o construirse uno de los representados en las figuras 7 y 8, que han sido diseñados especialmente para ese propósito. y si se abre en el fondo de ellos, en la forma que se indica en la figura 9, una portilla provista de un vidrio, podrá observarse al mismo tiempo la vida submarina. Los entusiastas de la vela sólo necesitarán hacer algunos pocos cambios en estos últimos acuaplanos y agregarles un aparejo sencillo, figura 4. El acuaplano de vela se arma y desarma con facilidad y se transporta cómodamente en el techo del automóvil.
Construcción del Acuaplano Común
El acuaplano representado en la figura 2 tiene suficiente flotabilidad y es lo bastante estable para soportar una persona que pese unos 80 kilogramos. No obstante, sus dimensiones se dan sólo para que sirvan de guía, y podrán cambiarse para modificar sus características de deslizamiento y notabilidad con objeto de adaptarlas al tamaño y pericia de la persona que lo usará. Para una persona de menor tamaño resultará adecuado un acuaplano de 9 ó 9 ½ pies con una manga máxima de 22 pulgadas y un espesor máximo de 3 pulgadas. En cambio, una persona corpulenta preferirá, sin duda, uno de 12 pies. Los acuaplanos angostos son más ligeros y resultan mejores para deportistas experimentados; mientras que los anchos, aunque más lentos, son bastante más fáciles de manejar, característica que los recomienda para los principiantes.
Es difícil encontrar tablas de madera de balsa de más de 4 x 4 pulgadas, por lo cual será necesario unir varias de ellas para formar un tablón de la anchura requerida para cortar el acuaplano, figura 2. Como la mayoría de los madereros no almacenan madera de balsa, conviene hacer el pedido con tiempo. Por razones de claridad, se han representado sólo tres prensas en el detalle C; pero deben usarse por lo menos seis, en esta operación de unión de tablas. Para cortar el tablón en la forma que se ve en el detalle D, se dibuja sobre él la forma del acuaplano. Luego, usando una cuchilla de desbastar o una lijadora eléctrica portátil, figura 6, se da al tablón la forma aproximada del acuaplano. Todos los bordes deben redondearse cuidadosamente y los lados ahusarse de modo que si se hiciera un corte transversal de la pieza, la superficie de éste tendría la forma de un óvalo achatado, detalle F. El fondo se deja casi plano desde la región de manga máxima hasta el extremo de la popa. La sección de proa, en cambio, se hace con una curva más pronunciada, como puede verse en el detalle A. Con objeto de que sirva de ayuda para controlar el acuaplano cuando éste se encuentra sobre una ola, se introduce y encola una pequeña aleta en una ranura abierta en el extremo de popa. Luego se lijan todas las superficies y se cubre la parte superior con fibra de vidrio, siguiendo cuidadosamente las instrucciones del fabricante. Al hacer esto se deja un sobrante de 4 pulgadas a todo lo largo del borde.
Uso del Acuaplano Común
El secreto para conseguir que el acuaplano quede sobre la ola consiste en remar mar adentro hasta donde las olas estén a punto de romper. Una vez allí, se sube uno sobre el vehículo y se rema vigorosamente hacia la playa. Cuando la ola toma el acuaplano y lo lleva hacia delante, hay que ponerse de pie y guiarlo diagonalmente a través del frente de la onda, inclinándolo hacia la izquierda o la derecha, según convenga. La mejor posición para deslizarse es inmediatamente delante de la cresta de la ola, y cuando el acuaplano está allí, se dice que va "cabalgando el gancho". Una carrera de 90 metros sobre una ola se considera buena.
Acuaplanos de Remos
Tanto el acuaplano de popa en punta como el de popa cuadrada se construyen fácilmente. En la figura 7 se dan los detalles para construir un acuaplano de remos de popa en punta y de 12 pies de largo. En la 8, los correspondientes para uno de popa cuadrada y de 10 pies. Ambos tipos pueden hacerse de 8, 10 ó 12 pies de largo sin más que añadir o eliminar una o dos cuadernas en la sección de popa. Los acuaplanos de 8 pies son capaces de soportar un peso de 52 kilogramos; los de 10 pies sostendrán a cualquier adulto, y los de 12 pies a dos adultos.
El procedimiento de construcción es el mismo para ambos tipos de acuaplanos. Los detalles A, B y C, figura 7, sirven en los dos casos, siempre que se tenga en cuenta que la sección transversal en la cuaderna 4, detalle C, corresponde a la cuaderna 3 en el caso de un acuaplano de popa cuadrada. Comience la construcción colocando sobre una superficie nivelada la plancha de madera terciada que se usará para la cubierta, y trace sobre ella una línea central, que servirá luego para distribuir las cuadernas, figuras 7 y 8. A continuación, corte el bloque de proa, la cuaderna correspondiente a la manga máxima y el bloque de popa, o yugo. Rebaje el bloque de proa hasta que su borde anterior tenga 1/2 pulgada de espesor, y haga en él las muescas donde entrarán los listones laterales. Luego se colocan y atornillan a la madera de la cubierta la cuaderna máxima y ambos bloques. Los dos acuaplanos tienen bloques de proa del mismo tamaño, los cuales se colocan al pulgada del borde de la cubierta, así que puede usarse una plancha de madera terciada de la misma longitud para el fondo del vehículo. Acto seguido se cortan los listones laterales y, después de encorvarlos entre ambos bloques y la cuaderna 3 ó 4 según sea el tipo de acuaplano que se construya, se aseguran temporariamente a los bloques con abrazaderas, con objeto de obtener la forma general del acuaplano y poder cortar así las otras cuadernas de la longitud requerida. Al cortar los listones laterales, sujete conjuntamente ambas piezas de madera en la misma prensa, y use un listón largo para determinar las magnitudes de las diversas secciones, indicadas en el detalle A de la figura 7. Luego se encolan y atornillan en sus respectivas posiciones las cuadernas restantes, los listones laterales y el soporte de la aleta (si se trata de un acuaplano de popa cuadrada).
Observe que todas las cuadernas tienen muescas de desagüe y respiración. La plancha de madera terciada para el fondo se sujeta con prensas en su lugar, se marca y corta, y luego se encola y atornilla en la posición definitiva. Antes de revestir el acuaplano con fibra de vidrio o pintura, hay que redondear bien todos los bordes con papel de lija. Ambos tipos de acuaplanos deben tener un tapón de desagüe, indicado en la figura 7, y también se puede abrir en ambos la portilla de observación, figura 9, siempre que no vayan a usarse para cabalgar las olas.
Acuaplano de Vela
El acuaplano de vela no es otra cosa que un acuaplano de remos grande con una vela. Los detalles de su construcción son los mismos que 1os del acuaplano de remos de popa cuadrada, si se exceptúan algunos cambios. La cuaderna número 4 es más gruesa, pues sirve de soporte para el mástil, y, además de una orza, tiene un yugo más resistente, con objeto de sostener el timón, figura 5. Los detalles del aparejo se dan en la figura 4. No se necesitan herrajes marinos especiales. Todas las piezas pueden obtenerse en una ferretería y utilizarse como vienen o modificadas de acuerdo con las necesidades, como en el caso de los machos y las hembras del timón, que se han hecho con una bisagra de puerta, figura 5. Las velas se compran o se hacen de lona o de muselina preencogida. Cuando el paño tenga mayor anchura que 18 pulgadas, hay que coser las secciones traslapadas de modo que las costuras queden a 18 pulgadas, pues así se evita que el viento estire las velas y las deforme permanentemente. El mástil y la botavara se cortan de un madero para clavijas de 1 1/2 pulgadas de diámetro. Tanto el estay del foque y los obenques como el perigallo y el frenillo son de cable superflexible de acero galvanizado de 3/16 de pulgada de diámetro. Los extremos de todos estos elementos se aseguran a sus respectivos herrajes con abrazaderas para cable superflexible, según se ve en el dibujo.
La tarea de gobernar el acuaplano no presenta dificultad. Uno se acuesta boca abajo sobre la cubierta y gobierna el timón con los pies. Todas las maniobras son análogas a las de un bote de vela pequeño.